¿Por qué vale la pena saber cómo hacer un presupuesto? La idea es que tomes el control de tus finanzas. Llevar un control de tus gastos y seguir un plan es la mejor manera de poner a trabajar tu dinero.
Con un presupuesto es más sencillo pagar las facturas en tiempo y forma. Así también tendrás un plan de ahorro claro para gastos importantes, como una casa o un automóvil nuevo. Y además esto te ayudará a acumular una reserva para emergencias. A esto se suman muchos beneficios más.
Si todo esto te lleva a preguntarte cómo crear un presupuesto, Western Union está aquí para ayudarte. ¿Entonces estás listo para organizar tu dinero y aprender qué es esto de presupuestar?
Comenzaremos con esta guía detallada para crear un presupuesto y administrar tu dinero de mejor manera.
1. Haz una lista de tus ingresos mensuales
El primer paso para crear un presupuesto es definir con cuánto dinero cuentas. Comienza calculando tus ingresos brutos y netos. Hazlo de la siguiente manera:
- Tus ingresos brutos son el dinero total que ganas antes de deducir cosas como impuestos o aportes jubilatorios. Para calcularlos, simplemente suma todas tus fuentes de ingresos. Esto incluye el salario, las bonificaciones y cualquier otro ingreso (como dinero de proyectos independientes o trabajos ocasionales).
- Tus ingresos netos son el dinero al que finalmente tienes acceso y puedes gastar. Para calcularlos, resta todas las deducciones automáticas de los ingresos brutos, incluidos todos los impuestos, los aportes de 401k y los embargos salariales.
2. Haz una lista de tus gastos mensuales
El siguiente paso para crear un presupuesto es ver cuánto dinero gastas cada mes y cuánto dinero necesitas gastar. Para esto, haz una lista de tus gastos mensuales y súmalos.
Por ejemplo, ¿cuánto gastas por mes en alimentos? ¿Cuánto cuesta el seguro de tu automóvil? ¿Cuánto gastas en la renta o la hipoteca?
Utilizar una hoja de cálculo quizás te simplifique el seguimiento de estos gastos (y te ayude con las matemáticas). Herramientas como Microsoft Excel y Google Sheets incluso tienen plantillas de presupuestos en la galería de plantillas. También puedes echar un vistazo a las muchas aplicaciones de presupuesto disponibles.
Una vez que tengas la lista de gastos, clasifícalos como gastos fijos o variables.
- Los gastos fijos son iguales todos los meses y pueden corresponder a cosas como la renta, la hipoteca, los seguros, los pagos de préstamos, la Internet y los teléfonos móviles.
- Los gastos variables varían cada mes y pueden corresponder a cosas como los alimentos, el entretenimiento, los restaurantes, el transporte, la electricidad y el agua.
Los gastos se pueden desglosar aún más, con subcategorías como “servicios públicos”, “entretenimiento” o “transporte”.
3. Resta los gastos mensuales a los ingresos mensuales para calcular el superávit o déficit
Comprender el superávit o el déficit del presupuesto es una gran parte del aprendizaje de cómo hacer un presupuesto.
- El superávit es el dinero que queda tras pagar todos los gastos.
- El déficit surge cuando los ingresos no cubren todos los gastos.
Para determinar si hay superávit o déficit, resta los gastos mensuales a los ingresos netos. Si el resultado es positivo, existe un superávit equivalente a ese monto. Si el resultado es negativo, existe un déficit equivalente a ese monto.
Para eso vienen bien las hojas de cálculo y las aplicaciones de presupuesto. Dichos recursos pueden calcular automáticamente el superávit o déficit.
4. Define objetivos financieros realistas
Ahora que tienes una mejor idea de tu situación financiera actual, puedes definir objetivos. Lo ideal es definir objetivos financieros de corto y largo plazo, y ser realista. Por lo general, conviene priorizar los objetivos más importantes, como pagar deudas, ahorrar para emergencias o planificar grandes gastos.
Sobre todo, la clave es lograr el equilibrio justo entre los ingresos y los gastos. Por eso son importantes las cifras del superávit o del déficit. Lograr un superávit te da una posición financiera sólida y permite pensar en objetivos más grandes.
A fin de definir objetivos financieros realistas, consulta tu lista de gastos fijos y variables para tener una idea de dónde puedes hacer recortes. Por lo general, es más fácil recortar los gastos variables, pero no siempre es así.
Por ejemplo, un servicio de streaming es un gasto fijo, pero es fácil de eliminar. Por otro lado, la electricidad y el agua son gastos variables, pero sería difícil vivir sin esos servicios públicos.
Un objetivo financiero realista es algo definido y posible, con un plazo viable.
La regla del 50/30/20
Una regla habitual para los presupuestos es la del 50/30/20. Funciona así: tú asignas el 50 % de tu dinero a las necesidades, el 30 % a los gustos y el 20 % a los ahorros. El desglose sería el siguiente:
- Necesidades (50): abarca las necesidades, como la renta, los servicios públicos y los alimentos.
- Gustos (30): abarca lo que deseas pero no es necesario, como entretenimiento y lujos.
- Ahorros (20): abarca opciones de ahorro de corto o largo plazo, como cuentas de jubilación, cuentas de ahorro e inversiones.
La regla del 50/30/20 ayuda a cubrir las necesidades y a su vez ahorrar. Lo mejor de todo es que te permite disfrutar de la vida siendo responsable con el dinero.
5. Haz un seguimiento de los gastos mensuales
Haz un seguimiento minucioso de todos los gastos cada mes, para asegurarte de respetar el presupuesto. Puedes hacerlo con lápiz y papel, pero es mucho más práctico usar las hojas de cálculo o las aplicaciones de seguimiento de gastos que mencionamos anteriormente.
Durante el mes, ve ajustando el presupuesto según sea necesario. Por ejemplo, quizás veas que algún mes un gasto esencial es inferior a lo presupuestado. Esto te permitiría gastar más en algo que deseabas o ahorrar más dinero.
6. Revisa y modifica el presupuesto antes del inicio de cada mes
La vida cambia constantemente, al igual que los gastos. Por eso, debes revisar y modificar periódicamente el presupuesto para asegurarte de que sea correcto y esté alineado con tus objetivos.
Algo para recordar al aprender cómo hacer un presupuesto hogareño es que el momento ideal para revitalizar tus finanzas es durante las revisiones previas al inicio de cada mes.
¿Qué sería revitalizar las finanzas? A nivel general, consiste en analizar los hábitos de gasto, revisar las cuentas recurrentes y reconsiderar el presupuesto. De esta manera, puedes ir ajustando el presupuesto sobre la marcha. Algunos cambios serán definitivos y otros temporales.
Estas serían algunas razones para modificar definitivamente el presupuesto:
- Cambios en los ingresos, como un aumento
- Cambios en los gastos, como el pago de un préstamo
- Subas inflacionarias que aumenten definitivamente los costos de bienes y servicios
Los motivos para hacer modificaciones aisladas o temporales del presupuesto podrían ser gastos relacionados con aniversarios, vacaciones y emergencias personales o familiares.
Cómo hacer un presupuesto y respetarlo
Saber cómo hacer un presupuesto no sirve de nada si no se lo respeta. Respetar un presupuesto bien planeado puede dar resultados financieros maravillosos.
Afortunadamente, hay muchas prácticas que puedes usar para respetar el presupuesto. Estas son algunas de las más útiles:
Configurar pagos y débitos automáticos
Al planificar cómo hacer un presupuesto personal, considera la posibilidad de configurar débitos automáticos y otras formas de pago automático para pagar tus deudas. Esto abarca cosas como tarjetas de crédito, préstamos educativos y pagos de automóviles. Hasta puedes configurar débitos automáticos para aportes mensuales de cuentas de ahorro y fondos jubilatorios.
El débito automático ofrece muchos beneficios: por un lado, previene el incumplimiento y te ahorra las comisiones por pagos retrasados, pero también simplifica mucho las cosas. Además, si nunca “ves” el dinero, nunca sientes la tentación de gastarlo.
Ir semana a semana
Un mes es mucho tiempo. Por eso, muchos prefieren un plan semanal a la hora de crear un presupuesto.
Un plazo más corto simplifica el seguimiento de los objetivos. Así el foco está en el presente y evitas que un plazo más grande te abrume. Además, esto te obliga a estar más atento a las finanzas.
Y quizás lo más importante sea que esto brinda mayor flexibilidad para hacer ajustes. Así podrás ir acomodando el presupuesto a los cambios que surjan en las necesidades.
Reducir el uso de tarjetas de crédito
Al crear un presupuesto, muchos sufren con las deudas de tarjetas de crédito y los intereses correspondientes. Si es tu caso, considera cancelar algunas tarjetas o utilizarlas con menos frecuencia. Sin embargo, ten en cuenta que la cancelación de tarjetas de crédito puede afectar negativamente tu calificación crediticia.
Otras opciones para evitar que las tarjetas de crédito te desajusten el presupuesto son priorizar el pago de las deudas de tarjetas o emplear efectivo o tarjetas de débito para pagar las compras.
Ser previsor al crear el presupuesto
Si bien los gastos inesperados y las emergencias son inevitables, ser previsor es vital para crear un presupuesto y respetarlo. Por ejemplo, si sabes que te vas a casar, puedes presupuestar para eso con varios meses de antelación. Otro ejemplo sería planificar las salidas a restaurantes para reducir el gasto en ese aspecto.
Rendirle cuentas a alguien
Es mucho más probable que cumplas tus objetivos si rindes cuentas a alguien. Si bien no es indispensable, vendría bien que fuera alguien que ya sepa cómo hacer un presupuesto y respetarlo.
Las parejas, los amigos y los familiares con objetivos financieros similares también pueden apoyarte, alentarte y asesorarte para que no te desvíes del plan. Y lo más probable es que no quieras defraudarlos.
Hagan juntos una lista de maneras de ahorrar dinero y consulten recursos como nuestra guía para ahorrar fácilmente.
Más consejos para hacer un presupuesto y respetarlo
- Prioriza las necesidades por sobre los gustos. No está mal darse un gusto y disfrutar de la vida, pero debes priorizar las necesidades al hacer un presupuesto.
- Utiliza aplicaciones de presupuesto. Existen muchas aplicaciones que ayudan con diferentes aspectos de los presupuestos. Aprovéchalas para que las tareas relativas al presupuesto sean mucho más fáciles.
- Crea y mantiene una reserva para emergencias. Una reserva para cubrir emergencias menores o intermedias impide que te veas obligado a ajustar el presupuesto.
- Celebra las pequeñas victorias. Celebrar las pequeñas victorias te ayuda a mantener la motivación en los largos períodos en que presupuestar puede hacerse difícil.
Preguntas frecuentes
¿Cuáles son los primeros pasos para crear un presupuesto?
Estos son los tres pasos para crear un presupuesto:
- Haz una lista de todas tus fuentes de ingresos. Calcula cuánto dinero llega mensualmente de todos tus flujos de ingresos. Asegúrate de incluir el dinero de tu salario, los proyectos secundarios o cualquier otra fuente de ingresos. Define una cifra mensual estable de ingresos para poder planificar el presupuesto.
- Haz una lista de todos los gastos. Anota todos los gastos actuales para definir los costos mensuales por categoría, como vivienda, servicios públicos, alimentos y transporte. No olvides incluir los pagos de préstamos o deudas, los aportes a cuentas de ahorro y cualquier ayuda habitual que des a tus seres queridos. El objetivo es registrar todos los gastos mensuales para que no falte nada.
- Resta el total de gastos al total de ingresos mensuales. Este cálculo sencillo revelará si tienes un superávit o déficit mensual. Si los ingresos están por encima de los gastos (superávit), deberías tener dinero para asignar a otros objetivos financieros, como pagar deudas o ahorrar. Si los gastos están por encima de los ingresos (déficit), deberías reducir el gasto para equilibrar el presupuesto.
¿Cuáles son los componentes clave de un presupuesto familiar?
Los componentes clave de un presupuesto familiar suelen ser los siguientes:
- Ingresos: haz una lista de todas las fuentes y las cifras de ingresos que recibes cada mes, como el salario, los intereses de inversiones, las pensiones o las cuotas alimentarias para hijos.
- Gastos fijos: gastos esenciales que tienden a ser similares cada mes, como la renta, la hipoteca, las cuotas de automóviles o las primas de seguros.
- Gastos variables: gastos que fluctúan cada mes, como los servicios públicos, los alimentos, la gasolina, los restaurantes y el entretenimiento. Analiza los totales de los últimos meses para hacer una estimación.
- Ahorros: págate primero a ti separando dinero todos los meses para los objetivos de ahorro de corto y largo plazo, como una reserva para emergencias y la jubilación. Los ahorros son un componente prioritario del presupuesto.
- Pagos de deudas: haz una lista de los pagos mensuales mínimos de todas las deudas, como las de tarjetas de crédito, préstamos estudiantiles o préstamos personales. Si es posible, presupuesta pagos más grandes para resolver las deudas más rápido.
- Otros objetivos financieros: asigna dinero cada mes a otras prioridades financieras, como vacaciones, compras importantes o reservas para estudios universitarios.
¿Existen herramientas o aplicaciones que me servirían de ayuda con el presupuesto?
Hay varias herramientas y aplicaciones que pueden ayudarte a crear un presupuesto. Las hojas de cálculo, como Microsoft Excel y Google Sheets, traen plantillas de presupuesto. Estas plantillas te permiten llevar fácilmente un control de los ingresos, los gastos y los ahorros. Las plantillas calculan automáticamente los montos y los saldos; algunas incluso crean gráficos de los datos.
También existen aplicaciones de presupuesto para descargar en tu teléfono inteligente o tableta. Aplicaciones como Mint, YNAB (You Need a Budget) y PocketGuard pueden sincronizarse con tus cuentas bancarias para automatizar la carga de los gastos. Estas aplicaciones pueden asignar categorías a las transferencias e incluso aprender tus hábitos con el tiempo para brindar información y pronósticos personalizados.
¿Con qué frecuencia debería revisar y modificar el presupuesto?
Revisa el presupuesto al menos una vez al mes. Es posible que debas revisarlo con mayor frecuencia ante las siguientes situaciones:
- Cuando recién comiences con el presupuesto, para ajustar las categorías y obtener cifras precisas
- Con cada cheque salarial o recibo de ingresos, para confirmar que el dinero se asigne según el plan
- Después de grandes gastos inesperados, para reubicar los fondos del modo necesario para cubrir el desembolso
- Cuando cambian las cifras de las facturas o los pagos de deudas, para actualizar los montos del presupuesto
- Tras compras grandes que exigen cambios en el presupuesto
- En las temporadas de más gastos, como el verano o las fiestas
- Ante cualquier otro gran cambio financiero o de vida, como un nuevo trabajo, un aumento o una disminución de ingresos o cambios familiares
¿Cuáles son algunos errores comunes para evitar con el presupuesto?
Estos son algunos errores comunes a los que deberías estar atento:
- Usar categorías demasiado amplias, como “entretenimiento” o “varios”. Estos tipos de categorías dificultan el seguimiento de dónde se gasta el dinero.
- Establecer objetivos rígidos y fantasiosos que luego no se pueden cumplir.
- No monitorear el gasto.
- No equilibrar el presupuesto.
- No prever gastos irregulares.
- No revisar y ajustar el presupuesto mensualmente y cada vez que cambian los ingresos y las situaciones de la vida.
- Esperar para ahorrar.
Al evitar estos errores, habrá más probabilidades de que el presupuesto se convierta en un sistema de gestión financiera intuitivo y sustentable. Pero recuerda que el peor error es ni siquiera tener un presupuesto.
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